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| El salinismo vuelve a Los Pinos (Foto: quien.com) |
Decían no conocerse casi pero poco duró la simulación: el mayor protector del grupo Atlacomulco, el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, ya tiene un encargo personal para el futuro huésped de Los Pinos: resolver a la mayor prontitud el asesinato de su hermano Enrique en diciembre del 2004 que según La Verdad bloquearon las administraciones panistas. Un envenenado reporte anónimo que publicamos completo para que nuestros lectores recuerden que el salinismo está de vuelta. Y empieza a dar línea y a marcar territorio.
En la mira de Peña y Salinas jefazos policiales / La Verdad.
Al cumplirse el próximo 4 de diciembre ocho años de la ejecución de Enrique Salinas de Gortari, todo indica que tanto el presidente entrante Enrique Peña Nieto como el ex mandatario Carlos Salinas, por fin “resolverán” dicho homicidio mismo que fue bloqueado sistemáticamente durante las administraciones federales del PAN.
Los diputados federales salientes, Alfonso Navarrete Prida u Humberto Benítez Treviño, mencionados por diversas barras y agrupaciones de abogados como los más “idóneos” para llegar a la Fiscalía de la Nación, tendrán la “misión” de desentrañar el “misterio” sobre el homicidio de Enrique Salinas, ocurrido el último mes de 2004.
Por lo que se sabe, retomarán las declaraciones hechas hace dos años por un testigo protegido quienes exhiben la rampante corrupción que hubo en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, al poner al descubierto la “narconómina del crimen organizado” y del que por fortuna estuvo ajeno el ex titular de esa fiscalía y candidato electo para el GDF, Miguel Ángel Mancera.
En dicha lista aparecen nombres de agentes policiacos que recibían ¿o reciben? sueldo de la mafia de las drogas, por lo que es inminente la llegada de la “operación limpieza”.
Entre esta lista aparece el director de Inteligencia y Estrategia de la Policía Investigadora, Jorge Domínguez Martínez Vértiz, alias “El Tiburón”, quien a su vez es director de Investigaciones, que presume ser apadrinado por la coordinadora del Gabinete, la ex compañera Marcela Gómez Zalce, así como por el ex subprocurador Luis Genaro Vázquez “El Huracán” quien renunció por no reprobar los “exámenes de confianza”. Ellos se conocen desde que trabajaron en la delegación Miguel Hidalgo en el Distrito Federal, donde crearon el “nefasto” grupo “Robocop” al que se le atribuyen secuestros, extorsiones y homicidios, al grado de que fue desaparecido para borrar vestigios de delitos cometidos por Domínguez Martínez, Genaro Vázquez y su “gente”.
Enrique Salinas: una muerte nunca explicada (Foto: elporvenir.com.mx)
En este contexto cabe resaltar que Domínguez Martínez cuando sucedió el crimen del hermano del ex presidente fungía como director operativo del municipio de Huixquilucan y a quien acusan de haber manipulado o editado los videos de las cámaras que están ubicadas en las calles con el fin de que no se supiera quienes fueran los asesinos, ya que el cadáver fue abandonado en un automóvil en una de las calles de Tecamachalco y en donde se dice los homicidas huyeron en una camioneta.
Los reveladores testimonios del narcotraficante arrepentido, ahora bajo el programa de Testigos Protegidos de la PGR y cuya clave es “El Pitufo”, según figura en las averiguaciones previas PGR/SIEDO/UEIDCS- /0241/2008 y PGR/SIEDO/UEIDCS/163/2009, señalan con índice de fuego a Jorge Domínguez Martínez Vértiz, alias “El Tiburón”, de quien dice es un “ex convicto” y lo acusa de ser el principal protector de la organización de “Los Borrados”, en el Distrito Federal, Morelos, Edomex y Guerrero.
Jefazos AFI involucrados en crimen
De acuerdo a diversas versiones “El Tiburón” primero informó a Francisco Javier Garza Palacios, director de control regional de la extinta AFI y no al presidente municipal Adrián Fuentes del hallazgo, por lo que hubo manipulación de los hechos, se dice.
Regresando con “El Pitufo” da pelos y señales de los comandantes y agentes que están bajo las órdenes de Martínez Vértiz, los que también aparecen en la “narconómina” de ”Los Borrados” que operan impunemente, no nada más en los feudos de Ebrard Casaubón, sino en la República Mexicana, y que los tuvo bajo su mando desde que era director operativo de la policía municipal, e inclusive se investiga el seguimiento de los elementos que colaboraron en su paso efímero por la SSPDF, todo apunta a que también hubo participación de su gente en innumerables delitos graves. Según declara “El Pitufo”, el grupo de “Los Borrados”, conformado por los hermanos Mario, Alberto y José Luis Pineda Villa, los dos primeros muertos el 13 de septiembre de 2009 y el tercero recluido en un penal de alta seguridad desde donde se dice sigue operando libremente.
También se encuentra preso Salomón Pineda Bermúdez, alias “Don Salo”, padre de “Los Borrados”, que al igual que su vástago continúa coordinando operaciones de trasiego de droga, y en cuanto a la madre de éstos, Leonor Villa Ortoño de Pineda, estuvo bajo arraigo y finalmente puesta en libertad aunque con las reservas de ley, toda vez que no se ha descartado que hubiera estado enterada de las actividades ilícitas de sus hijos que llegaron a ser piezas importantes dentro del crimen organizado a nivel nacional.
Los gastos que le representa a la “organización”, para comprar “protección” de la Policía Investigadora, antes Judicial del Distrito, ascienden a no menos de 150 mil dólares y 125 mil pesos mensuales que, por medio de terceros hacen llegar a los policías corruptos. “El Pitufo” refiere que “Los Borrados” mandaban a un sujeto apodado “El Pinky”, jefe de una banda de narcomenudistas, y a su hermano Gerardo, a entrevistarse con los comandantes “Raúl” y Herminio Hingalls, entonces pertenecientes a la Policía Auxiliar de Huixquilucan y principales hombres de confianza de “El Tiburón”, entonces director operativo de la corporación. El objetivo era ofrecer dinero a cambio de protección y es así que desde ese tiempo (2004), nace una estrecha relación entre comandantes corruptos y “Los Borrados” que hacían entrega de la “renta” a los comandantes y éstos a su vez, al llamado “Tiburón”.
Ahora, conforme a lo asentado en las indagatorias, esa alianza se reavivó, vía “Borrados” y “Tiburón” y prosigue la descarada venta de protección a la delincuencia organizada para que operen en todo el Distrito Federal, favoreciendo a éstos la zona de Xochimilco, para facilitar la entrada vía Morelos de la droga, y evitar la carretera de cuota México- Cuernavaca, donde la presencia del Ejército y corporaciones federales es fuerte. De acuerdo con las declaraciones del testigo bajo protección, los nombres de comandantes y agentes, así como las cantidades que aparecen en la “narconómina”, son los siguientes: Comandante Domínguez “el niño monstruo”, 10 mil dólares. Comandante Román, 10 mil dólares. Comandante Fernando (el de Tlalpan), 10 mil dólares. Comandante Oscar (Zona Sur), 10 mil dólares. Comandante Leyva, 10 mil dólares. Comandante “Chino”, 10 mil dólares. “Ramoncito”, 70 mil dólares. Las cantidades antes mencionadas son las que reciben de manos de la delincuencia y este pago es mensual, además obtienen similares “rentas” al recogerlas de los narcomenudistas que operan en todo el DF.
Es urgente que el saliente jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, tomen las medidas necesarias para cesar y consignar penalmente a los señalados y dar solución a la infiltración del narcotráfico al interior de las corporaciones policiacas, que es el flagelo que atenta contra la seguridad y salud de los mexicanos.
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